"La buena didáctica es aquella que deja que el pensamiento del otro no se interrumpa y que le permite, sin notarlo, ir tomando buena dirección"

jueves, 8 de diciembre de 2011

Didáctica y Educación Social: ¿Una convivencia llena de posibilidades?

Quizás sí o quizás no, no lo sé con exactitud, pero lo que sí sé tras haber trabajado este artículo es que la didáctica se encuentra en íntima relación con la educación social.

Este texto, escrito por Artur Parcerisa Aran y Anna Forés Miravalles, va haciendo un recorrido sobre diferentes aspectos con el fin de descubrir hasta que punto la didáctica y la educación social están relacionadas, es decir, va analizando la didáctica y todo lo que esta puede aportar, hace una exploración acerca de las posibilidades de la didáctica en y para la educación social, etc. Además de esto, muestra tres ejemplos muy claros acerca del uso de los conocimientos didácticos en la educación social. Estos serían el hecho de analizar y planificar la práctica desde una perspectiva de secuencia, planificar el trabajo en medio abierto y descubrir contextos capacitadores como propuesta didáctica.

Una vez introducido un poco el artículo que hemos trabajado, voy a explicarlo detalladamente. En primer lugar empezaré diciendo que por una parte, hay numerosos educadores y educadoras que consideran que la didáctica no tiene vínculo alguno con la educación social, mientras que muchos otros, por el contrario, afirman que la didáctica es una disciplina bastante importante en la educación social. Tanto es así, que hay quienes piensan que es la disciplina que más puede aportar a la acción educativa en el ámbito social.

Por su parte, la didáctica es una disciplina que desde siempre se la a vinculado con la escuela. Siempre se ha pensado que analiza y orienta sobre procesos de enseñanza-aprendizaje con el fin de crear una serie de conocimientos que ayuden a tomar decisiones encaminadas a mejorar el aprendiza del alumnado, es decir, siempre se la a considerado una disciplina vinculada exclusivamente al ámbito escolar. Esto no ocurre sólo con la didáctica, sino que hay otras disciplinas como la psicología del aprendizaje o la sociología de la educación a las cuales les ocurre lo mismo. Tanto para la didáctica como para las otras dos disciplinas, hay una explicación de esto, y es que siempre que se hablaba de educación inevitablemente se pensaba en escuela, en la educación formal y reglada, y no cabía otra posibilidad de enseñanza.

Independientemente, es necesario preguntarse si realmente la didáctica puede aportar algo de valor que ayude a mejorar la acción socioeducativa, es decir, debemos reflexionar acerca de si verdaderamente los conocimientos didácticos los podemos emplear para llevar a cabo la educación social. Ante esto, cabrían muchas posibilidades de respuestas, pero que si esta fuese afirmativa sería necesario remodelar el concepto de didáctica para que así pueda ser considerada una disciplina científica que estudia los procesos de enseñanza-aprendizaje que se producen en ambientes organizados de relación y comunicación intencional.

Una vez que se haya remodelado el concepto, es necesario tener en cuenta que la nueva definición es una definición abierta que sigue manteniendo el concepto de enseñanza ya que realmente, en la educación social lo que se dan son procesos de acción educativa que ayudan a desencadenar aprendizajes, ya sean de valores, de actitudes de habilidades, etc. Dicho con otras palabras, la nueva definición de didáctica seguiría incluyendo procesos de enseñanza-aprendizaje pero de forma amplia, no restringida ni a un solo tipo de aprendizajes ni al ámbito escolar.

Además de todo esto, el texto hace una distinción muy acertada. ¿Qué es lo esencial y qué es lo anecdótido de la didáctica?. En primer lugar, lo esencial sería la aportación que esta puede hacer con relación a los procesos de enseñanza-aprendizaje para ayudar a mejorarlos, es decir, lo que la didáctica puede aportar a la acción socioeducativa. En segundo lugar, lo anecdótido sería que hasta el momento, la didáctica se ha desarrollado exclusivamente en relación al contexto escolar. Esto hace que existiera la creencia de que solo se podía aprender en la escuela, es decir, en un ámbito reglado, y que cualquier forma de intervención socioeducativa no implicaba procesos de enseñanza-aprendizaje.

Todo esto nos hace preguntarnos...¿Qué puede aportar de sustancial la didáctica a la educación social? Esta pregunta nos va a acompañar a lo largo de todo el texto ya que es el eje central del tema que estamos tratando. Todavía aun es difícil poder responderla.

En relación, podemos afirmar que en la educación social se llevan a cabo procesos educativos. Por su parte, estos procesos estarían compuestos por dos componentes: la enseñanza y el aprendizaje, los cuales comparten una relación muy fuerte y tienen características muy diversas. Además, un proceso educativo solo puede considerarse como tal si conlleva una transformacióno cambio en las capacidades de la persona que se educa, por tanto, si no se ha producido cambio, no se ha producido aprendizaje. También puede entenderse el proceso socioeducativo como un proceso de construcción personal. Por todo ello, puedo decir que los procesos educativos sería una de esas cosas que la didáctica puede aportar a la educación social. A través de dichos procesos, podremos disponer de conocimientos que nos proporcionen la orientación necesaria para poder tomar decisiones que los mejoren y ayudarnos, además, a crear nuevos procesos de enseñanza o acción educativa.

Así, la didáctica se preocupa de ciertas cuestiones como podrían ser las intenciones educativas que se posean, cuáles son las estrategias más adecuadas, la capacidad de tomar decisiones, saber que información es la que debemos recoger, etc.

Otro aspecto necesario sería el de que para que las aportaciones de la didáctica sean sustanciales para la educación social, se requiere que la didáctica deje de ser una disciplina vinculada solamente al ámbito escolar y, por tanto, empiece a incluir conocimientos pensados desde la perspectiva de la educación social. Esta nueva didáctica debe incluir una gran variedad de ámbitos de acción o intervención, mayor relevancia de los procesos de educación no formal e informal, preocuparse por las necesidades que estén relacionadas, sobre todo, con situaciones problemáticas, adquirir una mayor atención a los procesos de enseñanza-aprendizaje actitudinal y de habilidades, y por último, establecer fuertes interrelaciones de los profesionales de la educación social con otro profesionales.

Un cambio que resultaría totalmente indispensable para esta nueva didáctica, es que tiene que ser crítica. No podemos utilizar estratégias, recursos, etc en el ámbito social que han sido diseñados exclusivamente para la escuela, pero tampoco debemos desecharlos completamente. Por ello, a través de una visión crítica, podremos analizar qué hay de interesante en las aportaciones de la didáctica independientemente de donde provengan.

Relacionado con todo lo anterior, si por un momento llegásemos a negar la didáctica en la educación social, ¿cómo sería esta?. Podemos pensar que sería una educación que careciese de referentes que orientasen la acción educativa, ya que lo que hace la didáctica es orientar, guiar y medir la acción educativa. Por ello, necesitamos la didáctica en la educación social establecer puntos de de referencia a la hora de tomar decisiones, para guiar nuestra acción educativa, para planificar nuestra tarea y, sobre todo, para tener criterios de reflexión y mejora continua. Estos criterios sería el de diagnóstico, el de planificación de proceso y el de evaluación.

Esta claro que la didáctica desempeña un papel bastante fundamental dentro de la educación social pero...¿Realmente sirve cualquier didáctica para ella? Nor serviría realmente aquella didáctica que nos permita entender el proceso educativo y nos haga más fácil su planificación y evaluación, aquella que nos permita interpretar la realidad educativa, aquella que nos ofrece una reconstrucción constante entre los modelos teóricos y la praxis educativa, y aquella que sobre todo nos ayuda a tener perspectiva de la acción educativa. Para poder conseguir esta didáctica que necesitamos en la educación social debemos analizar de forma holística el proceso que vayamos a seguir, los recursos que utilicemos, la tarea educativa que queremos desempeñar, los agentes educativos que van a intervenir, los contextos dónde se va a llevar a cabo, etc. Además, se necesita que se reflexione acerna de nuestras acciones directas e indirectas y que se interpreten y reorienten los procesos de comunicación.

Poco a poco, y cada vez con más frecuencia, muchos didactas han empezado a intercambiar puntos de vista con educadores y educadoras sociales. Una vez hecho esto, muchos de estos didáctas deberían estudiar los procesos de enseñanza-aprendizaje en el ámbito de la educación social porque sólo así será posible saber cómo se podrían mejorar los procesos socioeducativos. Con esto, se aprecia una vez más, que la didáctica y la educación social se encuentran cada vez más unidas. Por su parte, además, la didáctica puede proporcionar conocimientos que ayuden a los educadores y las educadoras a analizar su propia práctica, a planificarla, a revisarla... todo esto haciendo referencua a los objetivos, las estrategias metodológicas y organizativas, etc.

Una ves establecido todo lo anterior, es necesario hablar acerca de las aportaciones que la didáctica puede hacer a la educación social. Estas aportaciones serían:

-La secuencia formativa o educativas
-El trabajo en medio abierto
-Los contextos capacitadores

En primer lugar voy a hablar sobre la secuencia formativa. Esta es una de las formas posibles de observar y analizar la acción socioeducativa. Por su parte, la secuencia formativa se desarrolla en tres etapas, primero de planifica, después se lleva a cabo y por último se revisa o evalúa. La etapa de desarrollo sería el momento más importante del proceso ya que es el momento dónde el educador o educadora incide directamente en los procesos de aprendizaje de los educandos. Esta fase, a su vez, se puede dividir en tres fases, a los largo de las cuales la educadora o el educador tiene que tomar numerosas decisiones haciendo referencia tanto a su acción directa como indirecta. Por todo ello, podemos afirmar que la didáctica estudia y proporciona orientacioes sobre el desarrollo de las secuencias formativas y educativas, además de preocuparse de cómo se entiende la acción educativa.

Asimismo, cada una de las fases de la secuencia educativa posee unas características y necesidades específicas, lo cual hace que se facilite el análisis holístico.

El siguiente tema a tratar sería el de el trabajo en medio abierto. Este, por su parte, posee ciertas propiedades que son muy distintas de lo que se suele hacer en un ámbito formal, lo cual hace que requiera necesariamente orientaciones didácticas. Estas actuarán principalmente en el aspecto relacional, en el diagnóstico, es decir, el contexto y análisis de las necesidades, en la construcción del plan de trabajo a partir de problemas y necesidades, y en el proceso de acompañamiento del sujeto.

Otra aportación sustancial de la didáctica a la educación social es que los conocimientos didácticos ayudan a educadores y educadoras a sistematizar, a analizar y a regular su propia práctica profesional. Todo esto da lugar a que la didáctica puede aportar conocimientos y orientaciones que ayudan a progresar en el camino de ir mejorando.

Por último, podríamos hablar sobre los diferentes contextos capacitadores. La didáctica, por su parte, también nos posibilita otras oportunidades de aprendizaje como sería el hecho de descubrir las diferentes potendialidades educativas en los distintos entornos y en los diferentes contextos. Esto lo conseguiremos si llegamos a alcanzar una buena perspectiva. A través de ella podremos ver las necesidades, los problemas, las posibilidades, las limitaciones y las tareas con suficiente claridad y criterio para que nuestra acción resulte viable, óptima y educativa. Además, la didáctica nos ha facilitado una nueva mirada a los entornos dotándolos de sentido y oportunidad. Como resultado, se pueden observar algunos planteamientos didácticos como:

-El trabajo de reminiscencia con enfermos de alzheimer
-Equinoterapia
-Teatro social con personas con discapacidad física
-Historias de vida con personas mayores
-Juegos de agua

Por todo ello, este sentido es el principal en el que debemos profundizar en el proceso de confluencia entre la educación social y la didáctica.

Finalmente, tengo que decir que tras haber trabajado este documento, he podido concluir que pese a las numerosas dificultades que siempre se han planteado a la hora de relacionar didáctica y educación social y que ya por suerte van siendo menos, bajo mi punto de vista considero que ambas ciencias comparten una relación cordial y necesaria, y pienso que la educación social no podría ser lo que es si en ella no estuviese implicada la didáctica.  


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